Alfa Romeo Alfetta GTV 2000 '80
AUTOart
Fecha de lanzamiento: 2009
Modelo: Esta
miniatura representa a escala 1/18 un Alfa
Romeo Alfetta GTV 2000 del año 1980 fabricado por AUTOart
(Millenium) en ZAMAK y plástico. Éste modelo puede encontrarse del
mismo fabricante en color plateado, con interiores del mismo color que
en el modelo rojo.
Cotización actual: 75-130 € (abril 2014)
Dificultad para encontrar el modelo: Bastante fácil de encontrar X X
Estado: disponible en muchas tiendas.
Serie limitada: No
Caracteristicas del modelo:
General:
El modelo
tiene un aspecto general muy bueno. Tiene cantidad de detalles bien
reproducidos, una pintura brillante y bonita. Está bien aplicada en toda
la superficie del coche. Los parachoques van pintados en negro.
Tanto los faros delanteros como los pilotos traseros no tienen pinchos,
y, aunque la óptica no sea nada del otro mundo, están bien reproducidos.
Se abren todas las puertas, portón y capot. Ninguna de las puertas tiene patas de perro, son todo bisagras bastante discretas.
Los ajustes, se mire por donde se mire, son perfectos.
Originalmente viene con matrículas italianas en color negro.
El conjunto de la maqueta es bastante liviano para el tamaño que tiene.
No tiene suspensión, aunque las ruedas, como en todos los AUTOart, es practicable.
Motor:
El capot se abre de la forma contraria a la habitual.
Al abrirlo podemos ver el motor Alfa Romeo colocado longitudinalmente,
con sus dos tapas de balancines que en la realidad alojan los dos
árboles de levas en cabeza.
Por el lado derecho está el filtro de aire, colocado de forma paralela
al motor, y entremedio los dos carburadores de doble cuerpo. El tubo de
admisión va hasta el colector pasando por encima del motor hasta pasar
al otro lado, donde está el lado admisión.
En la parte superior de la tapa de balancines donde en su interior iria
la supuesta cadena de distribución, lleva grabadas las letras de Alfa
Romeo.
Al lado del filtro de aire, está la bobina de encendido, de tipo botella, pintada de azul cian y plata.
Al otro lado está la bateria, con los tapones de llenado de electrolito
pintados en rojo, sus dos bornes y los cables correspondientes. Justo al
lado hay un recipiente bastante grande de color blanco. Es el de
líquido lavaparabrisas, y sobre éste, pegado al torpedo casi, el vaso de
expansión del líquido refrigerante.
Entre el motor y dicho vaso de expansión, está la bomba de freno con el mastervac.
Interior:
El
habitáculo es sin duda lo mejor del modelo. Están muy bien reproducidos,
con todo tipo de detalles como partes en madera como el volante y la
consola central, cinturones de seguridad, piso tapizado en negro,
paneles de las puertas con cromados. Está muy bien hecho, como la
mayoría de AUTOarts Millenium.
La tapiceria es de color ocre, y el piso, bandeja del maletero y demás está tapizado con flock de dicho color.
El salpicadero es de color negro, tiene su radio, guantera, etc. Está muy bien hecho todo.
Bajos:
Los bajos no son nada del otro mundo, pero están bien hechos. Me gusta
sobretodo el detalle de la caja de cambios "suspendida" en el eje
trasero, comunmente llamado "eje de Dion", de la cual en el diferencial
le salen los palieres e inmediatamente después tiene los discos de
freno. Con esto quiero dejar claro que no se trata de lo que normalmente
se vé en los vehículos actuales, que tienen los discos de freno en la
rueda. Éste los tiene a la salida del diferencial.
En los bajos pueden verse los largueros delanteros, en los que van
sujetos los trapecios inferiores, y en la parte central del vehículo el
travesaño, con pequeñas perforaciones. Además el eje delantero tiene
reproducida la barra estabilizadora con sus soportes, aunque es un
simple relieve.
El eje trasero es más complicado. De la entrada de fuerza de la caja de
cambios (lado árbol de transmisión) salen dos tirantes de suspension que
sujetan longitudinalmente el eje trasero, el cual tiene una barra
gruesa que sujeta los bujes de cada lado, y además tiene justo en el
centro un pivote con dos barras en forma de tijera que van a cada uno de
los bujes.
El escape va pintado en plata y va por el medio de los bajos, incluso en su parte trasera.
Atrás está la rueda de repuesto y el depósito de gasolina.
Maletero:
El maletero está completamente tapizado con flock de color ocre.
Además tiene el curioso sistema de apertura con amortiguador central.
Cosas que se podrian mejorar:
-No tiene suspensión.
Cosas positivas de la maqueta:
-Maqueta muy detallada y bien hecha.
-Faros y pilotos muy bien reproducidos.
-Color bien aplicado, bonito y brillante.
-Cromados sin fallos
-Habitáculo muy bien reproducido con muchos detalles.
-Las puertas son con bisagra.
-Muy fiel al real.
FICHA TÉCNICA DE LA MAQUETA:
Material: ZAMAK y plástico
Dimensiones (largo, ancho, alto): n/d
Peso: n/d
Ruedas direccionables: Sí
Ruedas independientes: Sí
Material de los neumáticos: goma
Suspensión: No
Maletero: Se abre
Puertas: Se abre
Capot: Se abre
Ahora pasemos a hablar del modelo real
En manos de Nino Farina y Juan Manuel Fangio, los Alfetta 158 y 159
conquistaron en 1950 y 1951 los dos primeros Campeonatos de F-1. Dos
décadas después, Alfa Romeo bautizó con el apelativo Alfetta, a una
berlina deportiva, de la que en 1974 se derivó un coupé deportivo.
Hubo un tiempo no muy lejano en
que a un deportivo le bastaba con 130 CV de potencia máxima para mover
con genio los 1.100 kg de su carrocería. Uno mismo podía realizar
algunas operaciones de mantenimiento y su comportamiento poseía un
carácter, que la electrónica no había apaciguado. Cuantos más años
pasan, más se goza al conducir uno de estos GTV 2000.
Al igual que las bicicletas, los tranvías o las
motos con sidecar, los automóviles sirven para desplazarse de un lugar a
otro. Es una perogrullada, pero cualquiera sabe que rodar a bordo de
esos tipos de vehículos genera sensaciones diferentes, unas más
agradables y otras no tanto. Lo mismo sucede entre los coches, donde en
unos puede destacar el confort, en otros la economía de uso y en otros
su gran amplitud interior. En el caso de los Alfa Romeo Alfetta GTV,
todo parece estar pensado para que el conductor disfrute a sus mandos,
aunque al precio sea, no detenerse a analizar la calidad de los
materiales empleados en el habitáculo.
Y no nos olvidamos de dos "astucias": los cristales
delanteros de las ventanillas laterales traseras se pueden subir o
bajar a voluntad de los pasajeros; y los triángulos con las siglas GTV (Gran Turismo Veloce) dispuestos atrás
Tras décadas de encargos por parte de Alfa Romeo a Pininfarina y a Bertone, el diseño de nuestro protagonista corrió a cargo de Giorgetto Giugiaro, el creador de Ital Design
por entonces defensor a ultranza de las formas rectilíneas y el perfil
en cuña. En el frontal de este coupé de cuatro plazas se percibe de
inmediato la marca a la que pertenece, ya que muestra el "corazón"
característico de la casa milanesa, en el centro de una calandra con
dobles faros redondos, que caracteriza a los Alfetta GTV 2000.
Al tratarse de un ejemplar construido en la primera mitad de 1980,
posee unos finos parachoques cromados provistos de topes de goma, así
como dos medios spoilers de color negro, que invitan a extremar las
precauciones en los aparcamientos en batería y que influyen en su
mejor estabilidad a velocidades elevadas. Para tratarse de una
carrocería presentada en 1974, destacan en su silueta de perfil, la
escasa altura del capó y el ligero ángulo de inclinación del
parabrisas. No son de origen, pero le sientan bien las llantas de
aleación, unasSeral de ocho agujeros en medida 6x14, sobre las que van calzados unos neumáticos de 185/65-14 que acortan los desarrollos en un 3%.
Y no nos olvidamos de dos "astucias": los cristales
delanteros de las ventanillas laterales traseras se pueden subir o
bajar a voluntad de los pasajeros; y los triángulos con las siglas GTV (Gran Turismo Veloce)
dispuestos atrás en ambos lados y que actúan como evacuadores del aire
del habitáculo. Finalmente, en la zaga bruscamente cortada tenemos el
escudo de la casa en la base del portón, un embellecedor Alfa Romeo, unos grupos ópticos algo grandes para la época, los parachoques cromados con los topes de goma aparecidos en 1976 y el grueso tubo de escape que asoma por el centro.
Después de probar con la tercera de las tres llaves suministradas por el fabricante (contacto, depósito de gasolina
y puertas), abrimos la puerta del conductor y tomamos postura sobre
una agradable tapicería de terciopelo. Como además de poder regular el
asiento en longitud y en altura tenemos la posibilidad de ajustar la
altura del volante, es sencillo dar con la postura de conducción ideal,
siempre que no se tenga una estatura demasiado elevada. Sirva el dato
de que al que esto escribe,con sus 1,70 metros, le quedaban sólo tres
dedos entre la cabeza y el techo con la banqueta en su posición más
baja.
Frente al conductor, un cuentavueltas solitario con su correspondiente capilla y zona roja a partir de 6.000 vueltas, podrá hacer pensar a muchos de que se trata de un coche de competición. Sin embargo se trataba del primer guiño del EspírituAlfa,
un duendecillo al que le encanta jugar a las carreritas, pues una
mirada hacia el centro del salpicadero bastaba para encontrarnos con un
velocímetro graduado hasta 240 km/h, un manómetro de presión de aceite,
un termómetro de temperatura de agua y el nivel de gasolina.
Hasta aquí lo bonito, porque el ajuste y calidad de
las tapas de plástico dejaba bastante que desear y en la parte baja del
salpicadero quedaban a la vista algunos cables de la instalación
eléctrica. Pero esto quedó en segundo plano en cuanto tiramos del
estrangulador del aire y giramos la llave de contacto, alojada a la
derecha de la columna de la dirección. El sonido del motor de arranque
dio paso al rumor grave del propulsor biárbol. Por la acción del estárter, el ralentí se estabilizó a 1.500 vueltas, mientras nos familiarizámos con los mandos hojeando el libro de instrucciones.
FICHA TECNICA DEL MODELO REAL:
Bello, si mal no recuerdo algunos participaron en los rally europeos. Buena miniatura.
ResponderEliminarAbrazos!