domingo, 20 de enero de 2013

Peugeot 205 GTi 1.9 '86 - Solido

Peugeot 205 GTi 1.9 '86
Solido



Fecha de lanzamiento: año 2009
Modelo: Esta miniatura representa a escala 1/18 un Peugeot 205 GTi 1.9 del año 1986 fabricado por Solido. Este modelo tambien puede encontrarse de la marca Otto Mobile en varias versiones. Sólido únicamente lo hace en color rojo, aunque también en versiones Turbo 16 de Rally.

Caracteristicas del modelo:

General:
Aunque sea una maqueta hecha por Solido, hay que decir que está muy bien conseguida y detallada.
Es una maqueta bien escalada y proporcionada.
La pintura está bien aplicada y es brillante. Tiene buenos detalles como por ejemplo las ópticas delanteras y la luneta térmica.
La única pega quizá sea que el parachoques trasero, lo que es la parte roja queda demasiado separada de la parte negra. La antena del techo es demasiado gruesa. El resto del coche está muy bien.
De origen lleva matrículas francesas.

Motor:

Al abrir el capot vemos el motor colocado transversalmente, pintado en color plateado. Sobre él, está colocada el vaso de expansión del líquido refrigerante y el filtro de aire, con un tubo que va hacia el colector de admisión, colocado en la parte más delantera del coche, de forma curvada, y otro tubo que va hacia la toma de aire frontal.
A la derecha tiene colocada la batería y la botella de líquido limpiaparabrisas.
En general el vano motor está bastante bien realizado.

Interior:

El detallado interior está bastante bien. Lástima que la sujeción de las puertas sea por patas de perro, pero el resto está muy bien.
El salpicadero está bastante detallado, con todos sus diales en el cuadro de mandos, los mandos de la calefacción y demás. La tapicería de los asientos es mitad blanco y mitad gris.
También tiene reproducidas las alfombrillas del suelo.

Bajos
:
Los bajos del coche están muy bien reproducidos, con todos sus tubos de freno, escape en color plateado y demás.
En el tren delantero podemos ver perfectamente los trapecios, la barra estabilizadora, y delante de este el carter del motor y la caja de cambios.
En el eje trasero se pueden ver los brazos tirados que sujetan las ruedas traseras y las barras de torsión.

Maletero:
No se puede abrir.

Cosas que se podrian mejorar:
-Patas de perro
-Suspensión practicable.
-Separación del parachoques trasero.

Cosas positivas de la maqueta:
-Ópticas delanteras y traseras
-Interiores
-Bajos
-Motor

FICHA TÉCNICA DE LA MAQUETA:
Material: ZAMAK y plástico
Dimensiones (largo, ancho, alto): 207 / 90 (101 con retrovisores) / 73 (84 con antena)
Peso: 523 g
Ruedas direccionables:
Ruedas independientes:
Material de los neumáticos: goma
Suspensión: No
Maletero: No se abre
Puertas: Se abren
Capot: Se abre


Ahora pasemos a hablar del modelo real

La saga GTI de la gama 205 desde el primer momento se destacó por su brillante comportamiento, pero desde aquella primera versión de 105 CV, a la que siguió la de 115 se la reprochaba cierta falta de potencia, sobre todo en relación a su brillante bastidor y a la que ofrecía la competencia. Siendo más exigentes, particularmente el 205 GTI siempre nos ha parecido un coche excepcional, pero con poca «garra». Su comportamiento es tan noble y dócil que da la impresión de que cualquiera a su volante se convierte inmediatamente en un buen piloto. La nueva versión de 1.9 litros , al margen de mejorar espectacularmente la prestación, ofrece un coche que sigue siendo noble y eficaz, pero con un comportamiento mucho más agresivo.

La explicación es sencilla: esta versión no se consigue colocando un motor 1.9 a un GTI de los de siempre, sino que entraña ciertas modificaciones en el bastidor. Para empezar, lo que salta a la vista son las preciosas ruedas a base de llantas de aleación de seis pulgadas de ancho y quince de diámetro, calzadas con unos adecuados neumáticos de 185/55 de medida. Junto a esto, una estabilizadora trasera más gruesa y nuevos reglajes de tren delantero y amortiguación hacen de este modelo un coche de una eficacia aplastante.

Quizá no sea tan dócil como sus antecesores —de hecho no lo es— pero a cambio permite disfrutar mucho más de la conducción. El subviraje no aparece nunca, salvo acelerando salvajemente a fondo en curvas cerradas y deslizantes, y la parte trasera nunca llega a deslizar por su cuenta, pero sí está atenta y a la menor insinuación por nuestra parte nos ayuda a tomar la curva. La motricidad es extraordinaria, pues debemos recordar su longitud, peso y potencia. Peugeot ha seguido en este modelo la técnica tan querida en Austin de poner «una rueda en cada esquina».

Con ello se consigue una recortada longitud, pero con buena batalla —2,42 metros— y sin voladizos, con lo que la manejabilidad es ejemplar. Las vías son también muy notables, con lo que la base de sustentación del coche no puede ser mejor.

El tiempo obtenido en nuestro recorrido rápido es signo inequívoco de la tremenda eficacia del coche. Ya sea en carretera muy virada y de firme ondulado, como en autopista, la estabilidad es perfecta, pero con un coche más vivo de reacciones que lo era antes. Como es lógico, todo tiene una contrapartida, y esa agilidad en curva —gracias en gran parte a la gruesa barra estabilizadora posterior— tiene algún efecto negativo. Este efecto, se manifiesta en frenadas violentas sobre firme irregular cuando la parte trasera parece que quiera adelantarnos, como si tuviera un exceso de frenada atrás, lo que no era el caso. No obstante, este pequeño inconveniente compensa sobradamente los beneficios que conlleva.

Ya que hablamos de frenos, la implantación de éstos tiene un rendimiento impecable en cuanto a potencia y resistencia. El tacto es de lo mejorcito que recordamos, y nos permite «parar» el coche de forma precisa y donde queremos. Aunque le falta el ABS, tan en boga en los deportivos del momento, realmente pensamos que no le hace ninguna falta. Con una progresividad tan notable, a poco que el conductor sea algo experto, no hay mayor problema ni en mojado.

Como hemos visto, estabilidad y frenada están al máximo nivel. Sólo un elemento está un punto por debajo del resto del bastidor: nos referimos a la dirección. Con los nuevos reglajes de suspensión, la dirección ya empieza a resultar pesada en zonas viradas, y tampoco es, con sus 3,8 vueltas de tope a tope, excesivamente rápida. En otro coche, no habría pegas que objetar, pero en este que posee tal cúmulo de perfecciones en su bastidor, queda un poco descolgada del resto. Posiblemente con la excelente servodirección del 309 GTI se zanjaría el problema.

Visto ya el bastidor, es hora de empezar a analizar la mecánica, merecedora de tantos piropos como aquél. Lo más destacable de este motor es su increíble par a cualquier régimen. Con un cambio delicioso de utilizar, unas relaciones razonablemente cerradas, y con una mecánica que empuja igual a 2.000 que a 6.000 r.p.m., hay que proponérselo para quedarse descolgado sin tracción en una curva.

Poco más hay que decir del motor, pues aunque impresiona al principio, en cuanto nos acostumbramos a él nos olvidamos; ya contamos que con apretar el pedal de la derecha, estemos en la marcha que estemos, vamos a disponer de un buen número de caballos. Es fácil acostumbrarse a lo bueno. Del cambio ya hemos hablado de pasada, pero tratándose de un Peugeot, poco hay que decir, pues como todos es suave y preciso. Puestos a rizar el rizo, lo que cambiaríamos sería el pomo por otro menos sofisticado; por una simple bola, que mientras no se demuestre lo contrario, sigue siendo el pomo ideal, al menos para ir rápido.

Nos ahorramos cualquier comentario referente al consumo. Tratándose de un coche de marcadísimo carácter deportivo y no especialmente barato, no pensamos que sea un tema primordial. Como, además, gasta poquísimo —basta con repasar el cuadro correspondiente—, pues damos la cuestión por zanjada. En cuanto a las prestaciones, sí merece la pena hacer un inciso, pues este motor no nos ha dado los caballos anunciados. Al volante, no parecía que faltaran, pues el motor, gracias a su impresionante elasticidad se mostraba pletórico. Pero, tras hacer prestaciones sí pudimos comprobar a la vista de las cifras obtenidas que faltaban algunos caballos, como nos acabó por confirmar nuestro banco de rodillos. Con sus 130 CV al completo es de esperar que mejoren las cifras, especialmente de aceleración y velocidad máxima; lo que resulta más satisfactorio a nivel teórico que práctico, pues como decimos, tras el volante, no se echaban de menos.

El interior del nuevo GTI 1.9 es virtualmente idéntico al de sus predecesores, salvo en el tapizado de los asientos. Unos asientos que podemos calificar de prácticamente perfectos de cara a realizar una conducción decididamente deportiva, pues la sujeción lateral es casi la de un bacquet de competición. Por lo demás, pese al tapizado más colorista y la moqueta en llamativo color rojo, no nos hace olvidar que en este apartado no deja de ser un modesto 205. Y más por el aspecto en general que por el equipo, pues al margen de sus atractivas ruedas, excelente equipo de iluminación y completísima instrumentación, también equipa cierre centralizado y elevalunas eléctrico, con lo que no se puede pedir más; quizá aire acondicionado, pero en un coche tan marcadamente deportivo no lo consideramos un elemento cuya ausencia sea imperdonable. Lo que no nos convence es el volante, con muy buen tacto —es de cuero—, pero demasiado grueso y con muy poco diámetro. Para conducir de verdad, los 38 centímetros de diámetro es la medida razonable, y hacerlo más pequeño quizá dé un aspecto más de «racing», pero la realidad es muy otra, máxime teniendo en cuenta que la dirección no es de las suaves.

En cuanto al aspecto exterior, pensamos que en este caso resulta sorprendente lo mucho que puede cambiar el coche por unas simples ruedas. Hasta tal punto, que tememos, que tras probar el coche y ver lo bien que va, nos parezca más bonito. Lo cierto es que sin perder el atractivo común a toda la gama 205 resulta mucho más agresivo y deportivo, y la opinión que hemos pulsado durante la prueba no puede ser más positiva.

En resumen, no vamos a ocultar que el coche nos ha encantado. Aunque conocíamos el bastidor del 205 GTI y el motor 1.9, la conjunción de ambos elementos no ha podido ser más feliz. Sin dejar su faceta de coche práctico y sencillo de conducir, apto para que nuestra señora vaya a la compra o a recoger a los niños, el 205 GTI 1.9 se nos ha revelado como un deportivo de pura cepa, capaz de un ritmo en zonas viradas casi de coche de competición, y con una seguridad y disfrute al volante difícil de superar.

FICHA TECNICA DEL MODELO REAL


















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